dilluns, 15 de maig del 2017

Extendemos el modelo cinético-corpuscular a sólidos y líquidos.

En esta entrada vamos a comprobar si las propiedades que hablamos sobre los gases se pueden extender a los sólidos y líquidos.

Las propiedades de los gases son:
- Se mezclan con facilidad (se difunden)
- Se comprimen.
- Pueden hacer fuerza (y mucha)
- Pesan.
- Tienen volumen.
- Con el calor, acopan más espacio.

A.9. Considerad las propiedades de los gases estudiadas en el apartado 1.1 y decidid en qué medida lo son también de líquidos y sólidos.

¿Se mezclan con facilidad?
Los líquidos sí (si los dos líquidos son miscibles)
Los sólidos no.

¿Se pueden comprimir?
Los líqudos y los sólidos no se pueden comprimir aunque los líquidos si se pueden comprimir muy poco.

¿Pueden hacer fuerza?
Sí, los dos

¿Pesan?

¿Tienen volumen?

Con el calor ¿ocupan más espacio?
Líquidos No o sí? Los descubriremos más adelante.
Sólidos Sí


Continuaremos el trabajo estudiando la posible aplicación de dicho modelo a los cambios de estado, que constituyen el nexo de unión entre sólidos, líquidos y gases. Es decir, para decidir si el modelo cinético corpuscular es extensible a líquidos y sólidos, empezaremos buscando sustancias que puedan cambiar de un estado a otro, por ejemplo del estado gaseoso al líquido, y de éste, al sólido. Si el modelo cinético corpuscular es válido, ha de explicar cómo se producen los cambios de estado y las diferencias de comportamiento entre gases, líquidos y sólidos

GASES: las moléculas están muy dispersas (separadas) ello explica que tengan todas sus propiedades.

LÍQUIDOS: las moléculas están más juntas pero tienen suficiente espacio entre ellas para que se puedan mezclar y adoptar la forma del recipiente.

SÓLIDOS: Moléculas muy cohesionadas y tienen un movimiento de vibración sus partículas.

A.10. Citad ejemplos de materiales conocidos que se presenten en diferentes estados (gaseoso, líquido, sólido). Indicad qué debe ocurrir para que se produzca el cambio.

Vamos a tomar como ejemplo el AGUA.

DE LÍQUIDO A SÓLIDO.
Si tenemos el agua en líquido y queremos que se convierta en sólido (es decir que las moléculas estén más unidas) tendremos que bajar la temperatura. El agua es una excepción ya que al congelar adopta una estructura hexagonal formando cristales que dejan vacío entre las partículas y aumentando de tamaño respecto al líquido.

DE SÓLIDO A LÍQUIDO.
Si tenemos agua en estado sólido y queremos pasarla a líquido tendremos que aumentar la temperatura ya que este factor hace que se las partículas comiencen a vibrar más fuerte aumentando su velocidad y haciendo que los enlaces entre las moléculas se rompan y se convierta en un sólido.

DE LÍQUIDO A GAS.
Si tenemos agua en líquido y la queremos pasar a gas necesitamos aumentar más aún la temperatura ya que lo que queremos es que se separen más aún las moléculas. Las moléculas de la superficie de un líquido tienen la suficiente energía como para escapar y pasar al aire sin necesidad de hervir. Esto lo podemos ver en los lagos, océanos e incluso cuando tendemos la ropa. Esto se llama vaporización o evaporación. Para que se evapore el agua no hace falta que este a 100º. A 100º se llama ebullición ya que a esta temperatura cualquiera de las moléculas del líquido pueden escapar, es decir todas las moléculas pueden convertirse en gas no solo las de la superficie. 

A.11. Señala las principales diferencias en el comportamiento de una sustancia cuando pasa de gas a líquido, y de líquido a sólido. 
De gas a líquido.
Para pasar a estado líquido las moléculas disminuyen su velocidad y eso hace que la distancia entre ellas disminuye. Esto hace que los enlaces que se crean entre ellas sean más fuertes que en los gases.

De líquido a sólido.
Para pasar de líquido a sólido las moléculas deben moverse con menos velocidad haciendo así unos enlaces más fuertes entre ellas.

Alicante, a 15 de mayo de 2017

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